La historia de Don Justo Camio se entrelaza con la de Nueva Atlantis desde sus inicios. Llegó a Mar de Ajó en el año 1945, motivado por la promesa de oportunidades que estas playas ofrecían en ese entonces.

Comenzó su viaje como albañil y más tarde se convirtió en contratista, llegando incluso a formar sociedades de trabajo. Su tenacidad y su deseo de progresar lo llevaron a este rincón de la costa, que en aquel momento aún no se conocía como Nueva Atlantis.

Un capítulo fascinante de su vida fue su participación como extra en la película "LOS CINCO GRANDES DEL BUEN HUMOR EN EL DESIERTO DE SAHARA", filmada en Nueva Atlantis en 1952.

Esta película fue uno de los primeros encuentros de Don Justo con esta región, y fue amor a primera vista. Compró un extenso terreno en el que solo había arena y comenzó una tarea monumental: forestar la zona.

Este emprendimiento no fue tarea fácil. Con un antiguo Ford T de arranque manual, realizó innumerables viajes a Dolores para adquirir árboles. El camino a través de caminos de tierra, a menudo intransitables debido a la lluvia, lo forzó a pasar noches al aire libre mientras esperaba que amaneciera para continuar su viaje. Empujar su vehículo una y otra vez a través de la arena fue un desafío constante, pero Don Justo nunca se rindió.

Finalmente, los primeros brotes comenzaron a emerger de la arena, y su sueño de convertir esta región en un paraíso arbolado comenzó a hacerse realidad.

Actualmente, el Camping de Nueva Atlantis es un testimonio tangible de su trabajo incansable. Un extenso terreno repleto de árboles en diferentes tonos de verde, donde el canto de los pájaros es la banda sonora de la tranquilidad.

Don Justo Camio no solo dejó un legado de árboles y un hermoso espacio para disfrutar de la naturaleza, sino también un ejemplo de vida marcada por el trabajo duro, el sacrificio y la amistad. Su espíritu perdura en este paraíso terrenal que él contribuyó a crear, y sus historias, contadas por quienes lo conocieron, son un recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad a través del esfuerzo y la determinación.

Nueva Atlantis, con sus verdes paisajes y su serena belleza, es el tributo duradero a la visión de Don Justo Camio, un hombre que cabalgó sobre las ardientes arenas y dejó un legado eterno en esta joya de la Costa.